“Cuando fui al peniel, empecé a orar y a conectarme con Dios y cuando empezaron a ministrar sentí la unción del Señor, sentí descanso pues sentí que algo salió dentro de mí, y ahora lloro pero de felicidad…”
Estás fueron las palabras que expresó Cristian a pocas horas de llegar del Peniel el fin de semana pasado, antes había sufrido una fuerte adicción a las drogas y muchos problemas emocionales que lo arrastraron a la calle y al consejo de malos amigos, sin embargo hoy después de un encuentro con Dios (peniel) nos testifica que su vida tuvo un nuevo comienzo.
Solo bastará una palabra que Dios hable a las circunstancias para que todo sea cambiado, sobre la enfermedad para que todo sea sanado, sobre la muerte para que todo sea resucitado, en atadura y esclavitud para que todo sea libertado, eso mismo experimentó aquel joven pues estaba siendo atormentado por un espíritu de muerte que en muchas ocasiones lo llevó a querer quitarse la vida, a vivir lleno de temores y de frustración, sin embargo, en este retiro espiritual, Cristian se dispuso, como nunca antes abrió su corazón a Dios, se decidió a hacer un pacto a seguir fielmente su palabra para que la restauración hiciera un efecto no solo en él sino en toda su familia porque está escrito
“y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva “Romanos 6:4.
Ese mismo poder se manifiesta hoy en nuestros penieles, cadenas son rotas, hay libertad, vidas transformadas porque solo ¡¡Cristo tiene Poder para Cambiar!!.
Hoy Cristian asiste todas las mañanas con los demás jóvenes de la fundación Supérate por la Vida a la intercesión con nuestro pastor Henry Castillo, su familia ha podido ver su vida cambiada y puede disfrutar de grandes promesas. No te quedes del otro lado ya basta de ser siempre el espectador, ven y sé tú el protagonista de tu propio milagro y vive una vida emocionante llena de asombro y de expectativa pues si le cumples a Dios, él te cumplirá más!