Adriana Gómez dedico algunos años al cuidado de un familiar de lo cual dependía su ingreso económico, pero por su salud requirió ser internado en un centro especializado y Adriana y su familia se quedaron sin ese ingreso para solventar los gastos de su casa, la palabra de Dios dice:
A las montañas levanto mis ojos; ¿de dónde ha de venir mi ayuda? Mi ayuda proviene el SEÑOR, creador del cielo y de la tierra. Salmo 121:1-2
Adriana ha recibido el entrenamiento como Heroína de Dios a través de los discipulados, conexiones y cultos y ha aprendido de dónde viene su ayuda, a través del talento que recibió de Dios con un arte manual, decidió publicar su trabajo en las redes sociales y Dios la sorprendió, ¡Lo vendió todo y le realizaron más pedidos! Y para ti, ¿de dónde proviene tu ayuda? Confía en Jesús, él te puede sorprender