¡Parecería una locura! Julieth Triana decidió darle el primer lugar a Dios y no a la enfermedad llevando a su pequeña al culto presencial:
”Sin embargo, les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad. Jeremías 33:6
Esa misma semana, todos los síntomas de la bronquiolitis desaparecieron y al trascurrir los días, Jesus sano su hija ¡Completamente! Y tú a quien le das ¿el primer lugar?
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