Cuando Santiago Gutiérrez salió a su trabajo el día martes de la semana anterior pensó que sería un día más de trabajo, su rutina en las labores comenzó como cada día; sin embargo en un instante l situación cambio. Santiago llego a nuestra Misión Berakah cuando apenas era un niño de 9 años pero en su adolescencia dejo que la música, las drogas y la calle lo apartaran de su Fe, terminando como un asaltante y ladrón de partes de autos; con su vida en desgracia Jesús toco de nuevo su corazón y volvió a su casa ¡¡la iglesia del Señor!!
Desde hace casi 2 años todo ha girado a 180° en los cultos, en penieles y sin falta en la inter con nuestro pastor Henry Castillo cada día. Aquella noche iba en el carro de su jefe como cualquier día y en un tramo del camino debieron parar, mientras les daban paso para tomar el carril rápido. Por un momento Santiago bajo su mirada, y cuando la alzo, vio por el retrovisor que una tractomula se dirigía hacia ellos a toda velocidad, en un instante pensó que les iba a pasar por encima pero también recordó que Dios dice en la Biblia: “Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar” Salmo 46;1-2. Santiago clamó Dios pidiendo su protección y Dios desplego su Amparo, la tractomula alcanzo a frenar y desviar su camino pasando a centímetros de su lado .Wow…impresionante. A pesar de que una tractomula de problemas te este amenazando con aplastarte, ¡Vuelve a Jesús! ¡Vuelve a tu iglesia! Y como Santiago tú también veras ¡¡el Amparo de Dios y su Fortaleza!!