Fue un sueño, fue una oración, fue una respuesta de Dios; eso significaba para Luisa Benítez tener su propio negocio. Ella llego hace 2 años a nuestra Misión Berakah, aquí experimento el milagro de nacer de nuevo, en un peniel, en su conexión con Dios y sobre todo en su fidelidad a los cultos le surgió a Luisa la esperanza y se fortaleció su fe para orar por tener su propio negocio, ella recibió la respuesta de Dios pues una persona dispuso el dinero para ser como socio capitalista; al pasar el tiempo las noticias no fueron alentadoras: --precio del dólar alto-- la competencia intensa – los intereses aumentaron, la presión decía que debía vender el negocio o quebraría, ella pidió consejo y recibió una palabra de nuestro pastor Henry Castillo, la Biblia dice
“así sabrás que YO soy el Señor. Hare distinción entre mi pueblo y tu pueblo. Esta señal milagrosa tendrá lugar mañana” Éxodo 8:23. Las preguntas de Luisa fueron ¿yo soy del pueblo de Dios? ¿Yo si me distingo o vivo como el común de la gente? Ella reconoció que debía hacer ajustes, antes le daba pereza leer la Biblia ahora ya se matriculo en el Seminario Bíblico de nuestra iglesia, ya no solo pide al Señor dinero sino administrarlo como Él quiere, gratitud y amor en sus ofrendas y diezmo, en fin Luisa delante de todos testificó: -- en lugar de terminar en bancarrota, ¡Dios me dio el negocio propio! – Dios hizo una señal milagrosa y ya firmo los papeles como propietaria. ¿Te amenaza alguna bancarrota o corazón roto o familia rota? Ven como Luisa a hacer los ajustes necesarios, ven a Cumplir con nuestro Señor y ¡Él también te mostrara una Señal Milagrosa!